El valor del Facility Management en la administración y eficiencia de oficinas corporativas
Noviembre 2024 | Francisco Castillo
En los últimos años, México ha experimentado una actividad sin precedentes en el mercado inmobiliario industrial. Las ciudades del norte y la frontera han visto niveles de vacancia mínimos, un fenómeno fomentado por la relocalización de varias actividades de manufactura a lugares más cercanos a sus puntos de consumo, el término que identificamos como nearshoring.
Este incremento en la actividad industrial ha traído una serie de retos para las empresas que buscan aprovechar las ventajas que México ofrece a los inversores extranjeros, como su acceso al mercado norteamericano y el cumplimiento de metas ambientales y roles sociales.
En este sentido, los procesos de selección de sitio corporativo se han vuelto más complejos y determinantes para las empresas que deciden expandirse donde ya tienen producción o buscar nuevas para sus plantas. Pero ¿qué implica el proceso de selección de sitio? Este proceso permite a las empresas identificar, evaluar y decidir la ubicación óptima para sus operaciones, ya sean oficinas, almacenes, instalaciones de fabricación, u otras infraestructuras comerciales. Los procesos de selección de sitio identifican los factores críticos de localización para una decisión y recolectan y evalúan información de fallas fatales (aquellos elementos que la empresa identifica como críticos para su decisión y sin los cuales una operación no puede existir) y riesgos mitigables (aquellos riesgos que se identifican y que se puede trabajar para corregirlos).
Aunado a factores críticos de localización que no han cambiado su relevancia como costos competitivos y acceso a mano de obra calificada, el nearshoring ha introducido nuevas dinámicas:
– Acceso al mercado: Uno de los principales motivadores del nearshoring es asegurar el acceso al mercado de clientes y consumidores. El Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, México y Canadá (TMEC) ofrece certidumbre a los inversionistas.
– Exposición a riesgos: Las decisiones de localización consideran cada vez más el entorno geopolítico, cambios legislativos, y el impacto del cambio climático, como desastres naturales, que pueden generar potenciales disrupciones en las actividades de las compañías.
– Acceso a infraestructura eléctrica: Los nuevos procesos productivos involucran el acceso a bienes de capital de nueva generación, así como un incremento de la automatización de la manufactura. La disponibilidad de energía es un factor crítico en los procesos de selección de sitio y los tiempos para surtir energía se han visto afectados, especialmente en Norteamérica, donde el acceso a transformadores puede tardar más de 20 meses.
– Acceso a sitios industriales listos: La alta actividad industrial no es exclusiva de México; Canadá y Estados Unidos también enfrentan fenómenos similares que han reducido notablemente la disponibilidad de sitios industriales listos, que deben contar con zonificación adecuada, dueños identificados e infraestructura básica lista o con tiempos definidos para su entrega.
– Criterios ESG: Los criterios de Medio Ambiente, Sociales y de Gobernanza son esenciales para las empresas, influyendo en metas de descarbonización y en el rol de las empresas como ciudadanos corporativos con la sociedad civil.
Los criterios de velocidad al mercado y riesgo de implementación han sido influenciados por estos cambios en los factores críticos de localización. Por ello, llevar a cabo procesos sofisticados de selección de sitio en la era del nearshoring es más relevante que nunca, permitiendo a las empresas prosperar en sus actividades.
Carlos Sánchez
Managing Director Economic Incentives Advisory
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