A fin de garantizar su uso, será importante desarrollar medidas para que los ciudadanos se sientan seguros de dejar sus autos en casa, con comodidad y rapidez, lo cual será posible a través de mejoras en la fiabilidad, la seguridad y la cobertura de la red de transporte público. Las opciones de este tipo de transporte, tanto motorizado como no motorizado, necesitan ser diversificadas de acuerdo a los estudios de demanda a nivel local, así como facilitar y agilizar los cambios modales, que realmente puedan conectar diferentes medios de transporte.

Diversos expertos ya han establecido el camino con claridad: la unificación de los sistemas de pago, el establecimiento de rutas, horarios y paradas, y la renovación de las vías en las que se integren los diferentes modos de transporte para que coexistan. Rediseñar las vialidades para reducir el espacio destinado al auto particular para priorizar el transporte colectivo y dotar de un espacio seguro tanto a peatones como bicicletas será la muestra más clara de la tan necesaria revolución que requiere el transporte en las ciudades.