– Patricio Domínguez: La primera, es un amplio conocimiento de mercado y especialización. Es necesario conocer a fondo el mercado industrial – es decir, propiedades, propietarios, empresas y clientes-, y no únicamente las propiedades clase A, sino también clase B. Se debe conocer a fondo todos los corredores industriales y también la zonas industriales fuera de ellos. Además, es fundamental especializarse en un nicho de mercado, ya sea industrial, comercial, oficinas o vivienda.
Una vez que cuentas con ese profundo conocimiento del mercado, debes generar una red amplia de clientes, mediante la prospección, ya sea de llamadas en frío, entrega de publicidad a empresas o mediante contactos.
En tercer lugar, hay que mantener una relación cercana tanto con propietarios como con clientes para siempre estar presente en el momento que tengan alguna necesidad inmobiliaria.
También debemos procurar un servicio de excelencia: otorgar a los propietarios y clientes un servicio de alta calidad que incluya atención oportuna y rápido tiempo de respuesta, atención personalizada y siempre buscar un negocio ganar – ganar para ambas partes. Este punto es muy importante porque se debe buscar que el propietario o cliente arrendatario y comprador se sientan felices y cómodos con el cierre de la operación. En consecuencia, ambos clientes estarán ahí para nuevos proyectos, se convertirán en clientes repetitivos y te recomendarán con otros clientes para generar nuevos negocios. En todo ese proceso, requiere mantenerse siempre actualizado con información de mercado y seguimiento puntal a los proyectos.
Finalmente, hay que manejarse siempre con ética y honestidad en este negocio, ya que es un negocio a largo plazo y de resistencia. Esta no es una carrera de 100 metros que se termina y queda en el pasado.