La industria automotriz, por la situación laboral en Canadá y Estados Unidos está obligando a fabricar en México, por lo que el gran movimiento aún está por venir. Se observa un gran potencial para que los fabricantes europeos puedan aprovechar que México es uno de los países abiertos en el mundo -con 45 tratados de libre comercio- para fabricar en México, vender partes en América del Norte y exportar a todo el mundo.
El talento en México es lo suficientemente bueno; sin embargo, la energía y la mano de obra (personas no calificadas) son dos problemas críticos.
Mike Wilson, vicepresidente ejecutivo de DSV, declaró: “Hemos realizado un estudio con algunos de nuestros componentes de la frontera en la cadena de suministro y el componente de un automóvil terminado que se vende en los Estados Unidos en realidad cruza la frontera 8 veces. Estamos viendo un montón de fabricantes que regresan de Asia, fabricación electrónica, y no se trata solo de armar una caja y enviarla. No es necesario el ensamble final y luego el envío, es ver regresar todo el producto, y eso para mí es muy importante, porque las partes pueden empezar a venir de otros lugares. La carga es muy importante para la alta tecnología.”