Además de la excelencia y sostenibilidad, este replanteamiento hace pensar que la ejecución de los proyectos. Se debe considerar aspectos que tienen que ver con el entorno, no solo la rentabilidad financiera, y utilizar materiales locales que puedan dar confort térmico, acústico, jugar con la iluminación para reducir la demanda de energía eléctrica, energía solar, eólica y reciclaje.
Al final de cuentas, el nuevo lujo no es el dinero, sino la calidad de vida, comodidad, salud y bienestar, para sacar la mejor versión de nosotros mismos. Es importante entender a la salud no como ausencia de enfermedad, sino como un estado idóneo y el disfrute del potencial que tenemos como personas.