Guatemala: Un Destino Emergente para la Industria y Logística en Centroamérica
Octubre 2024 | Carlos R. Robles
Las bases del mercado turístico están en constante transformación y continuarán evolucionando en los próximos años. Los destinos deben adaptarse a las nuevas exigencias de los viajeros, dentro de un marco de sostenibilidad y competitividad, integrando una visión global con un impacto local.
Este replanteamiento de la estrategia turística responde a las tendencias actuales, donde se hace necesario un esfuerzo concertado para impactar positivamente. Entre estas tendencias destacan: i) más vacaciones, aunque de menor duración; ii) una mayor segmentación del mercado; iii) un incremento del turismo activo; iv) consumidores más conscientes, educados y exigentes; v) una creciente preocupación medioambiental; y vi) una valoración de la innovación y la tecnología.
Particularmente en lo que respecta a un turista más consciente y educado, observamos una mayor atención a los impactos ambientales. La buena noticia es que ¡esto es una tendencia en auge! El turismo sostenible está en crecimiento y los proveedores están desarrollando programas ecológicos, apoyados por gobiernos y organismos internacionales que establecen políticas para incentivar estas prácticas. Tal es el caso de la Asamblea de las Naciones Unidas y sus Criterios de Turismo Sostenible para Destinos, y en México, los esfuerzos en Áreas Naturales Protegidas y Reservas de la Biosfera, con sus respectivos planes de manejo.
A diferencia del turismo tradicional, el turismo sostenible es una forma de viajar que respeta a la población local y la dinámica natural de los destinos, preservando su patrimonio cultural y cuidando el medio ambiente. Este tipo de turismo busca un equilibrio entre estas dimensiones para garantizar la sostenibilidad a largo plazo.
En este contexto, Huatulco, en el estado de Oaxaca, es un destino de referencia en México. Desde su planeación inicial, ha priorizado el respeto por el medio ambiente y la gestión racional de los recursos naturales. En 2005, la organización EarthCheck otorgó a Huatulco su certificación por su compromiso con la preservación ambiental y el ordenamiento turístico. Posteriormente, recibió la certificación EarthCheck nivel “Platinum” —la segunda a nivel mundial—, además del reconocimiento Blue Flag, por la gestión efectiva y la calidad del agua en sus playas.
Otros destinos que también han orientado sus esfuerzos hacia el turismo sustentable incluyen Nopoló en Loreto, Cabo Pulmo en Baja California Sur, Mazunte y Pluma Hidalgo en Oaxaca, Holbox en Quintana Roo, la Reserva de la Biosfera de la Sierra Gorda en Querétaro, y las áreas protegidas para la mariposa monarca en Michoacán, la ballena gris y el tiburón ballena en Baja California Sur, y la vaquita marina en la Reserva del Alto Golfo, entre otros.
Algunas prácticas sostenibles que los viajeros adoptan para minimizar su impacto ambiental incluyen el consumo de productos locales, hospedarse en alojamientos ecológicos, contratar guías locales, compartir medios de transporte, utilizar botellas y bolsas reutilizables, cuidar el consumo de agua, y visitar parques nacionales y áreas protegidas en contacto directo con la naturaleza.
Entre los casos de éxito, podemos mencionar un grupo empresarial en Quintana Roo que ha basado su modelo de negocio en la ética, el respeto a la dignidad humana, el compromiso con la biodiversidad y la creación de valor compartido en las comunidades donde opera. Esta empresa implementa programas de conservación y protección de ecosistemas, promoviendo la educación ambiental para empoderar a las comunidades en la toma de decisiones responsables. Han demostrado que comprometerse a reducir su huella ambiental, adoptar prácticas empresariales responsables y ofrecer opciones más ecológicas a los viajeros es rentable. La inversión en tecnologías limpias y la gestión eficiente de recursos son clave para el éxito a largo plazo de la industria turística.
Entre los principales desafíos que enfrenta el sector están el cambio climático y las inversiones en sostenibilidad, como la implementación de energías renovables en hoteles, restaurantes y aeropuertos; el desarrollo de infraestructuras para el transporte sostenible; la gestión inteligente del agua; y la promoción de la economía circular en la industria.
Hoy en día, México tiene una gran oportunidad para desarrollar proyectos turísticos con responsabilidad social, económica y medioambiental. Siguiendo las tendencias del mercado, es claro que un número creciente de viajeros exigen prácticas sostenibles en los destinos y negocios donde consumen, y lo mejor es que están dispuestos a pagar por esta diferenciación.
Pedro Delgado
Director
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