En primer lugar, es importante considerar los principales gastos financieros que los propietarios deben considerar, estos incluyen impuestos, seguros e hipotecas, que son gastos fijos y inevitables para cualquier propiedad. Sin embargo, más allá de estos costos, es esencial considerar los gastos operativos del edificio, los cuales abarcan sueldos y salarios del personal administrativo, de seguridad y de limpieza, así como el mantenimiento de equipos e instalaciones, certificaciones, permisos, consumo energético y reparaciones. Estos costos operativos no solo son necesarios para mantener el inmueble en funcionamiento, sino que son determinantes para asegurar que el edificio sea competitivo en el mercado.

Para optimizar estos gastos sin sacrificar la calidad del inmueble, se recomienda contratar servicios profesionales en administración de inmuebles, como los que ofrece Newmark. La administración eficiente de los recursos puede marcar una gran diferencia. Estos servicios ayudan a auditar proveedores, reducir costos y evitar problemas futuros que podrían resultar en gastos adicionales imprevistos, como sanciones o accidentes. Una buena administración puede hacer que la operación del inmueble sea mucho más rentable y sostenible.

El asesoramiento financiero también juega un papel crucial en la reducción de costos a largo plazo. Un enfoque efectivo en este ámbito se centra en proponer soluciones creativas basadas en las tendencias del mercado. Este tipo de asesoramiento permite que el propietario del inmueble presente un producto más atractivo en un entorno competitivo. Adaptar el inmueble a las necesidades de los inquilinos a corto, mediano y largo plazo puede traducirse en una mayor tasa de ocupación y en la firma de contratos en un período más corto.