Las oficinas, ayudan además a delimitar de forma más clara dónde empieza y termina el trabajo y funcionan como igualador. Allí, todos tienen las mismas condiciones de trabajo, el mismo acceso a la tecnología y herramientas.
Además, fortalece las relaciones, la cultura empresarial y el sentido de comunidad. Cuestiones primordiales para la motivación y el rendimiento.
La oficina no será más simplemente un espacio para realizar el trabajo sino un conducto para los vínculos entre empleados y con la empresa.
Se convertirá entonces en un espacio para facilitar la colaboración, el aprendizaje, la innovación y la creación – no solo entre compañeros si no también con clientes y proveedores. Por lo tanto, el rol de la oficina se vuelve más relevante que nunca.