Esto se ve reflejado en una oferta que creció apenas un 1.13% respecto al mismo periodo del 2020, llevando al mercado a un inventario total de 1,753,541 m2.
De acuerdo con Danny Quirós, se aprecia también una mayor motivación de los propietarios de inmuebles de negociar las condiciones contractuales establecidas previo a la crisis con el objetivo de retener a sus inquilinos actuales.
Sin embargo, la tasa de disponibilidad del mercado aún refleja los excesos cometidos en la creación de nueva oferta durante la fase de expansión y se coloca en 30,6% (el punto de equilibrio en un mercado sano es de 10%).
De hecho, ya se han comenzado a materializar los requerimientos de algunos usuarios para reducir sus áreas, basadas en un esquema de trabajo rotativo entre oficina y hogar. La mudanza a inmuebles con mejores condiciones y la baja en los precios de cierre también será tendencia.